Sí se olvidó, pero me lo recordaron

10/02/2008 12:16:00 p. m. / Comentarios (0)

Hoy se celebran 40 años desde la masacre de Tlatelolco. Todos sabemos algo, hemos estado expuestos a los hechos de la plaza de las tres culturas. Se ha perdido en el fondo del archivero de los recuerdos, incluso si alguien lo menciona solo asentimos, con algo de flojera y el tema de vuelta al archivero.

El 2 de octubre es muchas cosas es una masacre sin precedente, un hecho simbólico, recordatorio de la torcida relación que tuvo y sigue teniendo el pueblo mexicano con el gobierno. Pero también es algo más, es una prueba tangible que hace no tanto tiempo, México contaba con grupos abiertamente vocales sobre el rumbo que debería de tomar el país. Frase tomada y tergiversada por la demagogia política, el méxico que el pueblo mexicano quiere. Ecos de ello vemos en el sendero de cierto actor politico actual, Andrés Lopez Obrador. Es innegable que hay mexicanos descontentos, mexicanos que no están de acuerdo en el rumbo actual del país, dentro o fuera de las causas políticas. En lo personal aunque aplaudo la intención no creo que los medios que el prd ha tomado para cambiar el país sean los mejores. Podría decirse que tomaron la apariencia de los grandes movimientos sociales, pero perdieron la esencia.

El gritar por las calles, el tomar espacios puede ser un medio para captar la atención del gobierno, para que este tenga que ejercitar el brazo de la fuerza pública. Sin embargo esto en el paso del tiempo no lleva a nada. Sólo cuando llega a desbordes de violencia como el 2 de octubre logra impactar a la sociedad en sí. Y es que no es al gobierno al que se debe de apelar. Parece que los mexicanos hemos olvidado que el gobierno no es el enemigo de, o aparte de o por encima del pueblo. El gobierno es pueblo también. Debe de serlo, si es que habrá de servir al pueblo. Hemos agotado energías en una lucha de pantomimas, de dimes y diretes entre dos fuerzas que deberían de ser una sola.

Así que antes de darse golpes de pecho, clamar justicia me gustaría que los medios ahondaran más alla de los aspectos mundanos, polémicos de la vida política del país sino en el análisis crítico en las propuestas de las acciones en la poltíca, con punto y letra. Que ciudadanos aparte de toda adscripción política se enteren, critiquen, actúen de acuerdo a sus ideales y valores en su devenir diario, en sus círculos y comunidades

Con un pensamiento claro, pero limitado a su época, Tomás Jefferson dijo: "El arbol de la libertad debe de refrescarse de tiempo en tiempo con la sangre de patriotas y tiranos".Creo que un cambio se puede dar sin derramamientos de sangre, sin mártires. Los mártires no pueden opinar, a lo más que pueden aspirar los muertos es volverse efemérides en un calendario escolar. Lo mas importante no es reclamar a los muertos, sino que por lo menos las intenciones que tenían, los ideales que defendían no mueran del todo. Que poniendo a un lado sus tintes socialistas y los reclamos del momento, era hallar la manera de hacer un mejor país, mas justo, donde todas las voces se escuchen y donde se pueda estudiar, trabajar y vivir sin tener un gobierno que obstaculice, reprima, o se aproveche esa voluntad del pueblo. Ahora parecería que es la delincuencia organizada el principal obstáculo, pero tristemente no es más que otra de las caras del mismo monstruo. Este monstruo tiene demasiados nombres pero no es responsabilidad de uno solo... algunos lo alimentan, otros lo combaten, otros lo ignoran... es una carga que el país entero ha llevado a cuestas por demasiado tiempo. Esa fragmentación, esa perdida de la capacidad de comunicarse, esa división en facciones que en vez de buscar la coexistencia pacífica buscan la depredación de los demás. Somos parte de un mismo ecosistema, si una parte cae caemos todos.

Justo de este punto partió este cúmulo de pensamientos. Fue una joven originaria de aquel país del norte que muchos ven con desprecio, otros con envidia quien me recordó de este fúnebre aniversario. Me asombra que alguien que no lo vivió, que ni siquiera es de este país lo sienta como propio. El activismo no es propiedad de un país, de un grupo o corriente ideológica. Parte de el más minimo interés por el entorno, por querer ser partícipe del rumbo de la comunidad a la que perteneces. Para ser fiel a esta esencia, el activismo debe valerse de los recursos mediáticos y tecnológicos y buscar el contenido antes de la forma. De otra manera nos veremos condenados a repetir la historia, o peor aún, caer en cacareos vacios y hacer de la 'revolución' un espectáculo ambulante.

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